Un día en Burdeos

Capital de Aquitania con un patrimonio arquitectónico magnífico, Burdeos es una ciudad muy de moda entre los turistas franceses y parisinos, a pesar de estar cansados de todo. Su belleza y la variedad de sitios para visitar, tanto tradicionales como alternativos, la convierten en un lugar imprescindible. Inaugurada en 2016, la Cité du Vin se ha convertido en el emblema del renacimiento de Burdeos. A medio camino entre un museo y un lugar de exposiciones, la Ciudad es un lugar cultural único en el mundo que muestra el vino de una manera diferente, a través del mundo, a través de las edades, en todas las culturas y civilizaciones, en el corazón de una arquitectura emblemática. Incluso aquellos que son alérgicos a los museos apreciarán los recorridos educativos y la degustación de vinos en la azotea, incluidos en el precio de la entrada.

Inscrita en el Patrimonio Mundial de la UNESCO desde 2007, con sus 350 Monumentos Históricos, Burdeos cuenta con rutas peatonales para admirar las maravillas y curiosidades de la Edad Media (Barrio de Saint-Pierre y Grosse Cloche, Catedral de Saint-André, Torre Pey-Berland), edificios renacentistas (Puerta Caillaud) y obras maestras del siglo XVIII (Plaza de la Bolsa y Gran Teatro).

Para descubrir Burdeos de otra manera, el Ecosistema Darwin es el lugar preferido de los millennials y los amantes de lo alternativo. Situado en la orilla derecha del Garona, este antiguo cuartel militar de 20,000 m² combina arte callejero, tienda de alimentos orgánicos, restaurante orgánico donde se puede comer con las manos, la Tienda General y lugares de exposición, sin olvidar un sorprendente campo de bike-polo!

Un día en Saint-Emilion

Encantador pueblo medieval situado en el corazón del famoso viñedo bordelés, Saint-Emilion es único en su género debido a la importancia de sus propiedades vitivinícolas, la calidad de sus vinos y la majestuosidad de su arquitectura y monumentos. Sus paisajes de viñedos están clasificados como Patrimonio Mundial de la UNESCO desde 1999. Perchada en un promontorio rocoso, la ciudad se construyó entre el siglo IX y el siglo XIX extrayendo esta piedra caliza de galerías subterráneas que hoy en día suman más de 200 km.

Comience visitando el pueblo paseando por sus bonitas calles y luego almuerce en L’Envers du Décor para disfrutar de un ambiente de bistró canalla, o en Logis de la Cadenne para una atmósfera más elegante y una cocina cuidada.
Luego continúe con la visita a uno o dos castillos. Nuestra recepción estará encantada de informarle sobre las condiciones de apertura.